Salmo 42- Mi Alma Tiene Sed

Autor: Eliab Huerta Sánchez.
Arreglo: Eliab Huerta Sánchez/Héctor Vejar.

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por Ti, oh Dios el alma mía
Mi alma tiene sed de Ti, del Dios vivo y verdadero,
¿Cuándo me presentare, Oh Dios ante Tu altar?

Mi alma tiene sed de Ti, del Dios justo y verdadero,
Roca mía eres Tu Dios de dioses Eternal,
Mi alma espera hoy en Ti, en Tu gran misericordia
¿Cuándo me presentare, Oh Dios ante tu altar?

Fue así mi llorar este pan de día y de noche,
Mientras me decían también, ¿en dónde está tu Dios?
¿Porque te abates hoy, Y te turbas alma mía?
Espera en el Dios de amor, pues Él te salvara

¿Porque te abates, oh alma mía y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios. Digno de alabarle,
Espera en el gran Dios de Amor,
Salvación mía eres TÚ.

Amen.

Salmos 42


Mi alma tiene sed de Dios
Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
42:2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
42:4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
42:6 Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
42:8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida
42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
42:10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Conseguir amor

Todo es con Dios

Dios y la ciencia